EL HIJO DE RICARDO RUBERT VISITA EL MONUMENTO DE NA JORDANA
Procedente de Madrid, donde tiene su residencia, Ricardo Rubert Gómez de Quero visitó Odisea, el monumento con el que Na Jordana pretende rendir tributo a su padre, el artista fallero Ricardo Rubert Andrés, el año en que se conmemora el 50 aniversario de la plantà de su falla más emblemática en la plaza del Ayuntamiento.
El Caballo de Troya 3.0 que culmina la falla del Grupo Creativo Ítaca, estéticamente diferente al del 1963, es similar, sin embargo, en cuanto a intención a aquél. Hace 50 años fueron las costumbres de importación las que se imponían a los usos tradicionales de la ciudad. El monumento de Na Jordana de este año esconde la voluntad, sin embargo, de cambiar diferentes esferas de la sociedad, la fiesta o la política contemporáneas y entre ellas, también la estética al uso de las Fallas, aspecto en el que Rubert fue gurú y pionero.
Un extenso artículo del libreto de Na Jordana titulado "La Rubertíada" recrea la trayectoria vital y profesional del artista durante los años del cambio y analiza el contexto en que se propició el vuelco estético que experimentó su producción fallera entre 1961 y 1965.
Contrario y también a modo de homenaje, en el interior del recinto fallero Na Jordana rendirá tributo a Rubert en una sección donde se exhibirá un lienzo de gran formato elaborado de ex profeso por el artista Jesús Coyto, donde el creador ha elaborado un evocador retrato del maestro que evoca tanto aquel monumento que plantó, como el que ahora los falleros le dedican. Una vitrina con objetos personales de Rubert junto a otros elementos que tratan de recordar sus ingeniosas y creativas acciones y aportaciones a la Fiesta complementarán dicho bloque temático de la falla.
Agradecido por el recuerdo y reconocimiento hacia su padre, Rubert hijo, siguió con interés los preparativos de la plantà y admiró la obra de Coyto.
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